Elena Navarro, la diseñadora de novias que ha conquistado Zaragoza con su estilo atrevido y único

 

Hay mujeres que, sin quererlo, acaban convirtiéndose en referencia. No por buscar el foco ni por alzar la voz, sino por hacer las cosas con tanto mimo, autenticidad y buen gusto, que el mundo —y las novias— las encuentran. Elena Navarro es una de ellas.

Elena no nació entre hilos ni soñaba desde niña con coser vestidos. Su vocación, como las mejores historias, fue encontrándola poco a poco, con los años, como se encuentra ese amor que no sabías que estabas esperando. “Estudié turismo, porque soy una persona que le gusta mucho viajar, soy una persona muy activa […] y porque en esos años tan joven no sabes muy bien hacia dónde dirigirte.” recuerda la diseñadora. Y aunque en su mente rondaba la idea de dirigir un hotel en el Caribe, la vida tenía otros planes para ella.

Entró en el mundo de los eventos y fue precisamente allí, organizando bodas como wedding planner, donde algo empezó a hacer clic. Fue entonces cuando entendió que había algo que faltaba: “Vi que todas las novias a las que les organizaba su boda recurrían a mí para decirme: “Elena, ¿dónde me puedo comprar los zapatos? Me tengo que ir a Madrid o Barcelona porque no encuentro cosas bonitas” Y dije: “Esto no puede ser, en Zaragoza tiene que haber un sitio de referencia donde puedan venir y encontrar.” Aparte, yo he sido siempre obsesiva por los zapatos…” Así nació Love Story, su boutique, su refugio y su apuesta valiente por embellecer más un proceso ya de por sí emocionante.

Vestido de novia diseñado por Elena Navarro - Imagen @elenanavarroatelier 

Con el apoyo incondicional de su marido —“Él siempre me anima a todo”— y la determinación de quien sabe que la pasión también se trabaja, Elena lo organizó todo sola. Cuando le enseñó el proyecto, él se quedó sin palabras: “Se quedó con la boca abierta, me dijo: “Ah, ¿pero que es que iba en serio?” Y entonces inauguramos la boutique en 2015, hace 10 años.” Desde entonces, Love Story no ha dejado de crecer y formar parte de verdaderas historias de amor.

Empezaron a trabajar con novias, tanto organización de bodas como tema complementos, pero todo, siempre, de una manera muy personalizada: “Trabajaba con diferentes firmas de zapatos, de tocados, pero al final yo era la que diseñaba esos modelos que luego vendíamos aquí. Eran exclusivos de Love Story.” Y después, casi sin querer, los vestidos: al principio como tienda multimarca, pero con el tiempo y con la experiencia de diseñar junto a las novias piezas únicas, entendió que estaba lista para dar un paso más: “Entonces hice un máster de diseño de moda, además me puse a dar clases de costura y patronaje, para tener todas las nociones.” Finalmente, en 2019 lanzó su primera colección propia bajo el nombre de Elena Navarro Atelier.

Vestido de novia diseñado por Elena Navarro - Imagen @elenanavarroatelier 

“Todo lo que hacemos, lo hacemos como creemos que se debe hacer: a base de echarle horas, aprender, esforzarse, de prueba y error”, confiesa. Porque si algo define a Elena es su humildad. Sabe que no es modista, pero tiene la visión y un equipo que confecciona los vestidos: “Para ser modista de alta costura tienes que llevar toda la vida cosiendo. Tengo un equipo que es el que al final confecciona los vestidos.”

Su equipo, formado por costureras que ella define como: “Son unas cracks”, confecciona cada diseño mientras ella guía el proceso con un ojo clínico y un corazón inmenso. Porque en su atelier no se vende un vestido, se acompaña a una mujer en uno de los días más importantes de su vida. Cada diseño de Elena Navarro tiene esa sensibilidad innata para saber qué le queda bien a cada una, cómo hacer que un vestido hable de una misma sin palabras: “Queremos que estén tranquilas, que todo se puede hacer o deshacer. Que disfruten el proceso”.

Vestido de novia diseñado por Elena Navarro - Imagen @elenanavarroatelier 

Para Elena, la novia ideal no es la que sigue las reglas, sino la que se atreve a romperlas: “Siempre reivindico esa moda, esa novia atrevida. Arriésgate, lleva algo diferente, siéntete tú misma. Cuando vienen y nos preguntan: “¿Pero el protocolo para ir vestida de novia?” Digo: “¡Qué no hay protocolo!” […] Vivimos en un momento en el que tú eres la novia, y tú eres la que decide cómo quiere ir.”

Entre sus creaciones más recordadas está, sin duda, la famosa capa de guipur que realizó para Andrea: “Le hicimos un vestido lencero muy sencillito y una capa/blusa de guipur espectacular. Me parece que fueron siete guipures diferentes que fui recopilando por toda España, cada viaje que hacía iba a todas las tiendas de telas a buscar guipures que me encajasen con el motivo y color.” Aquella capa, cosida como un patchwork delicado, se convirtió en inspiración para muchas otras novias, y marcó un antes y un después en su firma.

Porque si algo distingue el trabajo de Elena es su capacidad de crear piezas únicas, que nacen de la escucha, del respeto por la identidad de cada mujer y de una sensibilidad serena. “Casi todas nuestras novias buscan ese complemento que luego se puedan quitar para estar más cómodas. Y hacemos cosas preciosas, bordadas o más sencillas, pero siempre especiales”.

Vestido de novia diseñado por Elena Navarro - Imagen @elenanavarroatelier 

El proceso creativo suele comenzar entre nueve meses y un año antes de la boda. Tras tomar medidas y definir detalles, llega la primera prueba, tres o cuatro meses antes del enlace. “Es la más técnica, quizá la menos agradecida para la novia, pero para nosotras es la más importante. Ahí vemos cómo se adapta todo a su silueta y terminamos de definir el diseño”.

Y aunque han vestido a tantas novias de Zaragoza y al rededor, hoy atienden a clientas de toda España —e incluso del extranjero—, mientras Elena sigue emocionándose con cada historia. “El momento más especial es cuando eligen el vestido. Algunas vienen directamente a ti porque quieren que se lo hagas tú. Es precioso. A veces lloran, o su madre, disimuladamente, se seca las lágrimas. Es muy bonito”. También cuando, meses o años después, vuelven con sus fotos de boda o incluso a presentarles a sus bebés: “Es un vínculo que se crea muy especial, como si las acompañáramos más allá del día de la boda”.

Al elegir su parte favorita del gran día es clara: “La entrada de la novia. Cuando se desvela, por fin. Cuando entra es un momento tan emotivo para la pareja… Es el momento en el que tienen, para mí, mayor conexión en todo ese día. Esa mirada de decir: “Es que nos vamos a casar.””

Después de una década de trabajo en Love Story, cuando Elena piensa en el futuro, lo tiene claro: quiere que su firma se expanda: “Quiero que mi firma se venda a nivel nacional e internacional. Ese es el siguiente paso que quiero dar, el poder tener mi firma en tiendas multimarca, al final es otra visibilidad.”

Y si pudiera hablar con la Elena de hace años, aquella niña que estudiaba turismo sin saber que acabaría diseñando sueños, le diría una sola cosa: “Adelante con todos los proyectos y todas las ideas que te vengan a la cabeza. Todo se puede”.


Si quieres seguir leyendo y descubriendo más sobre pasión y amor por las bodas no te pierdas la entrevista con Carla te Casa o inspírate con looks de invitada.

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