El Diablo viste de Prada 2: moda, nostalgia y los primeros looks de un regreso muy esperado

Pocas películas han marcado tanto el universo de la moda como El Diablo viste de Prada. El film, estrenado en 2006, se convirtió en un fenómeno cultural que trascendió la gran pantalla: Meryl Streep encarnando a Miranda Priestly, la directora de moda más temida y admirada del planeta; Anne Hathaway como Andy, una joven periodista que se adentra en ese mundo de lujo y sacrificio; y Emily Blunt como la inolvidable Emily, una asistente caótica pero encantadora.

Hoy, casi veinte años después, el fenómeno regresa y la secuela ya está en pleno rodaje en las calles de NuevaYork, cuyas primeras imágenes han desatado un auténtico revuelo.

Un regreso cargado de expectación en el mundo de la moda

El estreno confirmado para mayo de 2026: El Diablo viste de Prada 2 reúne de nuevo al elenco original: Meryl Streep, Anne Hathaway, Emily Blunt y Stanley Tucci; junto con nuevas incorporaciones de lujo como Simone Ashley, Kenneth Branagh y Lucy Liu.

La noticia del regreso ya era suficiente para emocionar a los fans, pero las filtraciones de algunos de los looks en pleno rodaje han hecho lo que mejor sabe hacer esta saga: convertir la moda en un gran espectáculo. Las redes sociales se llenaron en cuestión de horas con las imágenes de las protagonistas caminando por Manhattan entre flashes, estilismos de alta costura y esa aura sofisticada que solo esta historia sabe transmitir.

Emily Blunt y el look rubio que arrasa en el rodaje

Si hay un look que ha acaparado titulares, ese ha sido el de Emily Blunt. La actriz apareció en el set con un rubio platino cortado en un bob impecable, un cambio radical respecto a su melena castaña habitual. Muchos fans especulan que este nuevo estilo podría estar vinculado a la evolución de su personaje: ¿una Emily más poderosa, independiente y convertida en la “nueva Miranda”?

El detalle no es menor. En la primera película, el vestuario fue clave para narrar el viaje de Andy, y en esta secuela todo apunta a que la moda volverá a funcionar como hilo conductor de la trama.

Cuando la moda se convierte en cine

Más allá de la nostalgia, El Diablo viste de Prada 2 llega en un momento muy oportuno. En una era donde Instagram y TikTok marcan nuevas tendencias en cuestión de minutos, esta película recuerda el poder del cine como escaparate de moda. Cada bolso, cada abrigo, cada par de tacones se convierten en objeto de deseo, y los estilismos firmados por grandes casas de lujo no tardan en hacerse virales.

Ya se habla de colaboraciones especiales, de posibles cameos de diseñadores contemporáneos e incluso de una reflexión más profunda sobre cómo ha cambiado el mundo editorial y de la moda desde 2006 hasta hoy. ¿Seguirá Miranda Priestly siendo la encarnación del poder absoluto en papel o veremos una sátira del reinado de las redes sociales?

Nostalgia: esa tendencia que nunca pasa de moda

El secreto de este regreso es, sin duda, la nostalgia. El Diablo viste de Prada no solo fue una comedia sobre el mundo de la moda: fue un espejo de la ambición, del precio del éxito y de la capacidad transformadora de la ropa. Volver a ver a Miranda y Andy juntas en la gran pantalla es un regalo para los que crecimos con frases icónicas como “¿Es que alguien me puede traer un café?” o el famoso monólogo del suéter cerúleo.

Ese componente emocional, sumado a la expectación por los nuevos giros narrativos, es lo que hace que esta secuela esté llamada a convertirse en uno de los estrenos más esperados del próximo año.

Lo cierto es que la secuela tiene todos los ingredientes para volver a brillar: un reparto estelar, un vestuario que ya está haciendo historia y una historia que mezcla ambición, humor y moda con el mismo magnetismo que en 2006.

La magia de El Diablo viste de Prada siempre estuvo en mostrar que la moda es mucho más que frivolidad: es poder, identidad y transformación. Esta segunda parte promete recordarnos que, al final, la moda siempre es un espejo de la sociedad en la que vivimos.

Hasta el estreno todavía faltan meses, pero lo que está claro es que esta película ya está marcando tendencia. Y si algo nos enseñó Miranda Priestly, es que en moda nada ocurre por casualidad. Este regreso nos permitirá revivir uno de los universos más icónicos de la moda del cine. Mientras tanto, nos quedamos disfrutando de cada look que se filtra desde Nueva York, porque la moda, como siempre, empieza mucho antes del estreno en la gran pantalla.