Un año más comparto el texto que
escribí un 6 de enero, Día de Reyes:
Sigo creyendo en los Reyes, pero
ahora ya no llevan corona ni capa y se comen las galletas de sus camellos,
untadas en leche, para desayunar.
Descubrí que no nos hacían una
pequeña visita fugaz cada 6 de enero, sino que, más bien, nos acompañan día a
día y en vez de esconder los regalos debajo del árbol, nos regalan consejos,
amor y sabiduría.
Porque la magia no son trucos: es
descubrir todos los trucos y seguir creyendo en la magia. Porque ellos son la
magia.
Sigo creyendo en los Reyes Magos,
sigo creyendo en su magia, sigo confiando en su poder. Seguiré desenvolviendo
la ilusión, la felicidad y la magia cada 6 de enero y cada día del año; porque
los mejores regalos son momentos.
Día de Reyes; de estar rodeada de
reyes y reinas todos los días.
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